Una estrategia sencilla: retirar los frigoríficos de los domicilios, llevarlos a cacharrerías y vender los materiales a fundidores e industrias para que los reciclen. Y todo cobrando las correspondientes tasas de eliminación ecológica. Total: 10 millones de euros de beneficios en solo cuatro años por gestionar más de medio millón de frigoríficos. Al final, la Guardia Civil ha imputado a 60 personas por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, por estafa y por apropiación indebida.
Reciclado de frigoríficos ilegal